CUENTOS POR CALLEJAS

Hay base en la realidad y/o en la ficción en todo cuanto opino y/o narro.

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sábado, 31 de octubre de 2015

REY Y GLORIA



En mis tiempos juveniles los libros de Historia nos decían lo importantes que habían sido algunos países por los reyes que los habían gobernado. Semejante falacia aún se mantiene en nuestros días y he aquí que series de televisión nos han deleitado con relatos como el de "Isabel", y ahora nos hablan de Carlos V, o sea, Carlos I.

He dicho que nos han deleitado, pero no nos han convencido. Esto es, que la versión dramática es muy buena y los actores excelentes. Pero si lo que buscamos es la verdadera historia, la realidad de los hechos y personajes es otra cosa.

El caso de Carlos I es que ese hombre tuvo la inmensa fortuna de heredar un Reino como el de España. Su reinado comenzó con la eliminación de los comuneros, esa institución de libertad que supondría una limitación al absolutismo del Rey. ¿Se habría atrevido a tal acción en Alemania? Seguro que no, pero sucedió en España, país que le fue leal desde el principio, y cuyo pueblo creyó que el derecho divino de los reyes era lo más importante.

Carlos reinó un país que llegó a ser grande y glorioso, pero ¿fue obra suya? De ninguna manera.

La grandeza que se le atribuye fue obra de esa gente magnífica que lo cubrió de gloria con sus hazañas.

Los valerosos y sufridos soldados de sus ejércitos que pusieron en jaque a sus enemigos, los navegantes que abrieron el mundo para Europa, los conquistadores y exploradores de América desde Canadá hasta la Patagonia, etc., etc.

Carlos I, como casi todos los Monarcas de su época era una mezcla de refinamiento y barbarie.

Comer y fornicar eran muy de su agrado, así como llevar a cabo guerras absurdas que dejaron a España en la bancarrota. Lo que robaban los ingleses bien que ellos lo supieron aprovechar.

Me imagino que para Carlos I gobernar España era como jugar una partida de ajedrez. Él dijo en una ocasión que "los españoles que parecen locos... y son locos".

Locos heroicos, diría yo.



jueves, 17 de septiembre de 2015

ANUNCIOS




Ojeo el periódico casi cada día y , tal vez, mejor no lo hiciese tanto para no cabrearme.

Así que los mandamases de nuestro Gobierno y otras autoridades financieras nos dicen que va avanzando España y que superamos a otros países de Europa.

¡Pues qué bien! Y sigo pasando páginas y leo que 1.800000 parados ya no reciben prestación alguna. Los parados son cuatro millones.

Otra página: 10 personas se quitan la vida en España cada día. ¿Cómo es posible en este mundo "feliz"?

Anuncios por palabras: Cuatro ofertas de empleo y ochenta y cuatro ofertas de putas.

Esto sí que deprime. Yo no desprecio al gremio del puterío; al contrario, me parece que esas chicas son dignas de compasión y que a la mayoría las han empujado a ese mundo circunstancias trágicas de la vida. Aún peor, algunas son explotadas por chulos o mafiosos, con lo que encontraríamos casos de esclavitud.

Menos mal que esta tarde tenemos un "emocionante" partido de fútbol. Para eso está el opio del pueblo ¿no?

martes, 11 de agosto de 2015

EL ENCUENTRO



Aquella agencia se llamaba "RENDEZ-VOUS EXPRESS", y facilitaba en 24 horas la posibilidad de relacionarse entre personas de distinto sexo.

Así que, ni corto ni perezoso, Fede decidió acudir a la mencionada agencia con objeto de encontrar su nueva media naranja, tras cuatro años de aburrido divorcio.

"RENDEZ-VOUS" pedía a cada solicitante una breve y concisa relación de sus cualidades, así como que la cita tuviese lugar en determinada cafetería, para que no hubiese riesgo de abusos o escándalos.

Fede se describió así: "Hombre maduro, discretamente atractivo, aficionado al arte, deporte, de buenas costumbres y afectuoso."

La mujer que acudiría a su petición se consideraba "atractiva, muy femenina, amiga del deporte y las bellas artes, y de buen corazón."

Llegada la hora, ambos se encontraron. Paralizados por el asombro vieron que eran el antiguo matrimonio, ahora disuelto.

Las risas llenaron la cafetería... Y el amor resucitó.

lunes, 3 de agosto de 2015

HISTORIA E HISTORIAS



"La Historia es maestra de la vida". Esta frase-que es también consejo-de Cervantes me impulsa a buscar hechos pasados que puedan ser la clave del presente y del futuro.

En principio, podría pensarse que es así en base a creernos lo que nos cuentan los historiadores... ¡Ah! Lo que nos cuentan. Es decir, fijémonos en la diferencia entre historia y cuento. En la sutileza de nuestra lengua la historia es una cosa y el cuento es otra. Y aún más "contar historias", con lo cual podría sugerirse una fantasía literaria. Bien, no quiero enrollarme, como vulgarmente se dice, pero me ha venido a la mente porque hace tiempo que narrar falsedades es juego común, supongo, en todos los países, y no es cosa de ahora, sino que viene de antiguo.

Y heme aquí, como un detective aficionado husmeando en las bibliotecas, tratando de dar con las verdades o, al menos, lo que más se parece a ello.

¿Y cómo se olfatean las verdades históricas? Hay que echarle paciencia a la búsqueda, hay que reflexionar sobre lo que se lee, hay que apoyarse en la documentación que se cita, y hay que usar un poco la psicología. Algo más que hacer queda, pero ya hablaremos en otra ocasión.

Para lo que hoy quería comentar citaré al autor francés Jean Sevillia, al que desconocía hata que el polvo que ocultaba su nombre en un libro se dispersó con la acción de mis soplidos y estornudos.

Algunos excelentes libros quedan en el olvido y la indiferencia, pero son como héroes anónimos que nos dan la sorpresa de lo desconocido.

Como el día 14 del pasado mes de julio era la fiesta nacional de Francia, he aquí que el reciente descubrimiento del citado autor fue muy oportuno para mi búsqueda de la verdad.

Resulta que el señor Sevillia, periodista de profesión, es también un hábil y concienzudo investigador de la Historia de su país con la honradez del científico que se atiene a la realidad de los hechos, y no a las fantasías de la propaganda oportunista.

Cuando estudiaba el Bachillerato creía que la Revolución Francesa fue un hito que inició la transformación de la sociedad europea e influyó en el resto del mundo.

Lo que nos creíamos principalmente era que el pueblo llano, los humildes, los trabajadores, hartos de los abusos de la Monarquía y de los aristócratas se sublevaron para construir un país más justo.

Pues yo ya había oído en alguna ocasión que aquella había sido una revolución burguesa.

La tal Revolución no tenía por qué haber sido tan sangrienta, pues Sevillia cuenta que hubo de 200000 a 300000 muertos.

Lo de la guillotina ya fue más civilizado, ya que se podían contabilizar mejor las cabezas cortadas. Y he aquí la sorpresa: el 31% fueron obreros y artesanos, el 28% campesinos, el 20% comerciantes, el 9% aristócratas y el 7% clérigos.

Alguien llegó a decir si aquella fue una revolución del pueblo o contra el pueblo.

Ya hemos visto, así,  otra versión de la gloriosa Revolución Francesa iniciada en 1789. Habría más que decir sobre todo esto, mas lo dejaremos para otro momento.


martes, 28 de julio de 2015

CORDOVA



Cuando estaba en el Bachillerato se nos decía que en el siglo XVIII España se encontraba en decadencia, posiblemente porque Carlos III, "un rey mediocre", nos decían, estaba al mando.

Pues el caso es que en aquel siglo era nuestro país todavía una potencia de mucho peso, para disgusto de los ingleses, que empezaban a construir su Imperio a base, sobre todo, de los mordiscos dados a Portugal y España.

En el siglo citado los navegantes hispanos ya habían recorrido prácticamente las dos costas de Norteamérica, pero un Gobernador de California decidió establecer alguna colonia en la lejana y casi despoblada Alaska.

No sé lo que pensaron los rusos, que eran los dueños de aquel territorio por entonces, pero supongo que no lo consideraban de gran valor.

Así que en la costa del Golfo de Alaska se fundaron dos establecimientos llamados Valdez y... ¡Córdova! Lo pongo con admiración por la sorpresa que me produjo ese nombre entrañable en un sitio tan lejano.

Existen otras "Córdobas" en América, pero ésta de la que hablamos es la más septentrional... y fría.

¡Qué contraste entre nuestro tórrido verano y el delicioso estío de la hermana alaskeña! Sobre todo, destaca que luzca su bello nombre cerca del Círculo Polar Ártico.

Por si pilotan un barco o un avión ahí van las coordenadas de Cordova: 60 grados 33 minutos latitud Norte, 145 grados 46 minutos longitud Oeste.

Otro modo de llegar es ir desde Anchorage hacia el Sudeste un poco, o sea, abajo a la derecha.

domingo, 5 de julio de 2015

EL SIGLO DE LOS LOCOS




Hace varias semanas comenté el horror del siglo XX, que parecía como un inicio del Apocalipsis. Tal vez haya sido el más sangriento de la Edad Contemporáneo.

Repasémoslo sucintamente: la Guerra de los Bóers en África del Sur, la guerra ruso-japonesa, la Primera Guerra Mundial, la revolución irlandesa contra Gran Bretaña, la Guerra Civil en España, la Segunda Guerra Mundial, la Guerra de Corea, las guerras por la independencia de las colonias, la Guerra del Vietnam... y algunas más que ahora no recuerdo.

Para mí que el XX es el Siglo de los Locos; no merece otro calificativo. ¿Hemos aprendido algo? Me temo que no mucho.

Así que el otro día, para hallar algo de luz y consuelo repasé alguna lectura de filósofos del pasado siglo. Di con unas páginas de Ortega y Gasset, quien decía: "El pacifismo está perdido y se convierte en nula beatería si no tiene presente que la guerra es una genial y formidable técnica de vida y para la vida."

Casi me caí de la silla. ¿Cómo es posible que nuestro ilustre pensador dijera algo así? Él, que fue contemporáneo de las dos conflagraciones mundiales y de la Guerra Civil española, quizás, para comprenderlo, tuviese que recurrir a otra frase suya: "Llevamos la inteligencia prendida con un alfiler. O dicho de otra manera: el más inteligente lo es... a ratos".

Yo digo, entonces, que entre tantos sabios hay más de uno que está chiflado.

sábado, 11 de abril de 2015

SIGLO XX


Desde el año pasado, 2014, he visto cómo se han incrementado los reportajes sobre la Primera Guerra Mundial, por aquello del aniversario-centenario del inicio de aquella guerra a la vez que también he contemplado información visual de la Segunda.

Ya de niño tuve ocasión de hojear libros acerca de los dos conflictos mundiales, cuyos textos iban acompañados de numerosas fotografías.

Aquello me parecía de lo más interesante y era para mí como relatos heroicos que mostraban la valentía y el sacrificio de tantos hombres que lucharon por sus ideales. Años después, bastantes, ese pensamiento de lo ideal y del heroísmo se fueron difuminando. Acepto y admiro que hubiese hombres y mujeres empujados con su valor a la defensa o consecución de sus ideales. Pero fueron los menos.

La mayoría eran borregos al matadero, gente común obligada por los políticos a ir a la guerra para satisfacer la soberbia, la vanidad o la locura que los hacían despreciar la vida humana.

Las imágenes tan impresionantes que la cinematografía nos ofrece de las dos guerras obligan a reflexionar. Nunca mejor dicho aquello de que "una imagen vale más que cien o que mil palabras".

¡Cuánta ciencia! ¡Cuánta tecnología al servicio de la muerte! Sesudos científicos que lograron asfixiar a miles de soldados, inteligentes ingenieros que mejoraron las armas de fuego para matar en pocos minutos a centenares de hombres, maravillosos aviones con su cargamento de muerte y, como colofón, como guinda al siniestro pastel, las dos bombas atómicas que acabaron con la guerra del Japón.

Yo diría que el siglo XX fue un siglo maldito. Alguien dijo que era la primera parte del Apocalipsis.

Como soy optimista recordaré lo que dice el filósofo Eckhart Tolle: "El sufrimiento tiene el propósito de evolucionar la conciencia".

sábado, 10 de enero de 2015

CARTA AL PRESIDENTE DE ESTADOS UNIDOS

                                                                                                                                                                       

                                                                                                                                                                                                                     
                                                                       Málaga, España                                                            
                                                           
                                                                          10/01/2015

Señor Barack Hussein Obama, Presidente de los Estados Unidos de América del Norte

Washington


Estimado señor Presidente:


Es de agradecer su decisión de reanudar relaciones diplomáticas con Cuba y levantar el bloqueo que pesa sobre esa Isla, que, por ser excesivo, merece ser corregido tras tantos años de duración.


Sabemos que en su país existe cierta oposición a este proyecto, por lo que las acciones emprendidas por usted son dignas de aplauso. Hay que recordar que cuando existía la Unión Soviética nadie se hubiese atrevido a bloquear a Rusia ni a ningún país de aquel grupo político. Al contrario, todos los países deseaban tener relaciones comerciales y toda clase de colaboración económica que, indiscutiblemente, contribuyeron a la estabilidad de las naciones. ¿Por qué entonces se trató de ahogar a la pequeña y resistente nación del Caribe?


Ahora permítame pedirle que usted proponga que el Gobierno de EE.UU. conceda una indemnización por los daños producidos por el embargo y el bloqueo a Cuba. Estoy seguro de que ese gesto provocaría una respuesta de admiración en todo el mundo civilizado.

Agradeciendo su atención le saluda cordialmente,

Federico Pesín y Tévar