CUENTOS POR CALLEJAS

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domingo, 1 de mayo de 2011

LA VELOCIDAD Y EL TOCINO




Se suele decir, para indicar la imposible relación de una supuesta causa y efecto, que algo es como confundir "la velocidad con el tocino". Pues bien, pude comprobar que sí puede haber una estrecha conexión entre una cosa y otra en la mencionada y algo jocosa expresión popular.

Yo, sí, la descubrí , e ignoro si mi descubrimiento llegará alguna vez a figurar en los anales científicos de la posteridad. Hay que preguntarse qué descubrimiento hubiera logrado Newton si no le hubiese caído una manzana en la cabeza. Mi investigación tuvo un rigor científico, como demostraré.

Una mañana primaveral, en una tranquila calle de la periferia londinense, un caballero británico caminaba con paso presuroso en dirección a la parada del autobús que le llevaría a su oficina en la City. Inoportunamente para él, un trozo de corteza de tocino fue pisada por el caballero, y su pie izquierdo describió elegantemente un arco de cuarenta y cinco grados, lo cual provocó una caída sobre sus glúteos, de tal modo que una segunda corteza de tocino, a poca distancia de la primera, recibió las posaderas del hombre. La velocidad del transeúnte no era inicialmente superior a ocho km/h, pero tras el impacto con la otra corteza alcanzó la impresionante velocidad de 42,300 km/h. Eso ocurrió durante unos 4 metros y el cálculo lo hice cuidadosamente, como puedo demostrar, mediante el vídeo que coloqué a poca distancia. Curiosamente, la breve carrera de Mister Smith terminó precisamente en la parada del autobús, cuando éste justamente llegaba.

-- No era necesario que se apresurase tanto, señor. Yo me hubiera esperado unos segundos más-- dijo el conductor amablemente.

Bueno, pues con los escrupulosos cálculos obtenidos por mí he roto con el mito de que nada tiene que ver la velocidad con el tocino.

-- Pse, pse, oiga. ¿no sería usted el que colocó las cortezas para provocar el incidente? ¿No iba preparado con el vídeo para eso?

-- He de responderle que su observación es impertinente. ¿Acaso la ciencia no exige algunos sacrificios?

-- Es usted un hijo de p...

-- Bueno...

1 comentario:

Humberto Dib dijo...

Muy divertido tu texto, sabes, estoy un poco cansado de las poesías que hablan de primaveras, corazones, almas y mariposas. Es necesario un toque de creatividad y humor.
Me gusta la estética del blog, también. Mis felicitaciones.
Humberto.